Dependiendo del sistema operativo que estemos usando, y cómo no, de nuestra mayor o menor preocupación por la seguridad, podremos echar un poco en falta aquellas versiones Windows de antaño que permitían encender el ordenador pulsando el botón de encendido, y mientras el ordenador arrancaba continuábamos haciendo cualquier otra cosa, sabiendo que en un pequeño (o enorme) ratito nos sentaríamos en frente del mismo con el sistema a punto para que pudiéramos trabajar, gracias a un inicio de sesión sin usuario y contraseña. Hoy en día, sin embargo, en mitad de ese proceso de arranque, en la gran mayoría de los sistemas operativos nos vemos obligados a efectuar el login de inicio de sesión, es decir, introducir el nombre de usuario y la contraseña, para luego tener que esperar otro instante de tiempo en el que se terminará de cargar el perfil del usuario y otras características adicionales.
Aunque no es propio de E@pertos en Sistem@s, en el que prima la seguridad ante todo, hacer este tipo de recomendación; ver el artículo Contraseñas seguras. Siempre bajo la responsabilidad de cada cual y su casuística particular, se propone la siguiente herramienta del sistema, que permite que Windows arranque directamente, a través de un inicio de sesión sin usuario y contraseña.
Control Userpasswords2 o Netplwiz
Desde Windows XP, en el que ya existía el comando Control Userpasswords2, también compatible hoy día con Windows 8, así como el comando netplwiz, que lleva exactamente a la misma herramienta, alojada normalmente en C:\Windows\System32, tenemos la posibilidad de configurar nuestro sistema para ello. No tenemos más que ejecutar uno de estos dos comandos desdeInicio -> Ejecutar, o bien pulsando directamente el atajo de teclado Win + R.
Evidentemente, necesitaremos credenciales de administrador para ejecutar esta herramienta del sistema.
En la siguiente ventana aparecerán los posibles usuarios que se pueden seleccionar para realizar un inicio de sesión sin usuario y contraseña:
Deberemos deshabilitar el checkbox que indica que Los usuarios deben escribir su nombre y contraseña para usar el equipo, cuya configuración por defecto es habilitado y seleccionar el usuario que queremos utilizar.
Una vez hecho, tras pulsar el botón Aceptar, el sistema nos preguntará por la contraseña del usuario y la almacenará:
Con esta configuración, Windows no nos volverá a pedir el usuario y la contraseña en sucesivos arranques del sistema operativo.